La revolución llegó a internet con los móviles y con las imágenes. Cada vez tiene más peso el elemento gráfico en la comunicación a través de internet. Por ese motivo, las páginas con mejores imágenes, se posicionan mejor.
No es suficiente con poner cualquier imagen, las imágenes deben tener coherencia con el texto presentado y completarlo. Es fácil de ver que en una tienda web, te pongan la imagen principal del artículo junto a la descripción. Muchos se creen que con eso ya van a lograr posicionar su producto en las primeras posiciones de los resultados de búsqueda. Obvio, ¿no?
Pues no, no es tan obvio. La imagen no solamente debería transmitir el producto sino también estar en condiciones de aparecer en los primeros resultados de las búsquedas.
¿Una imagen posicionada?
¡Pues claro! ¿O acaso nunca has intentado buscar una camiseta viéndola? Pues para que aparezca en las primeras posiciones la camiseta de una tienda y no la de otra, es para lo que sirve el SEO de imágenes.
No es fácil posicionar una imagen, pero no se puede despreciar el poder de tenerla posicionada, porque si la primera imagen que aparece de un producto está en tu tienda, tienes muchas posibilidades de que el cliente te lo compre a ti.
A diferencia de la ficha de un producto, la imagen no tiene grandes textos con los que posicionarla. Tenemos muy poca información: nombre y texto alternativo.
Así se posiciona una imagen
Una imagen que se llama “camisetacamello.jpg” aporta mucho más al buscador que “IMG-0001.jpg” y como hasta los buscadores son vagos, nos agradecen que les quitemos trabajo. Y por otra parte, el texto alternativo. Cuando un buscador localiza nuestra imagen, busca su etiqueta ALT, donde debemos poner una breve descripción (tampoco es bueno que te extiendas en exceso) indicando algo así “Camiseta casual con dibujo de camello”.
Está bien, te he engañado un poco. No llega con cuatro palabritas. Porque en una imagen podemos tener muy poca información o mucha. Tanto o más importante como las palabras es el tamaño. A igualdad de otras características, siempre se posicionará mejor la imagen que menos tamaño ocupe en tu disco duro y mayor tamaño tenga.
Contradictorio ¿no?
Pues sí, un poco. A pesar de lo contradictorio, lo vas a entender. Todos queremos ver imágenes con gran nitidez, pero no queremos estar esperando eternamente. Debemos intentar tener un tamaño adecuado de las imágenes. Muchos (WordPress incluido) dicen que 2580 píxeles es el tamaño adecuado. Yo discrepo. La vida es móvil y no hay ningún móvil que supere los 1024 píxeles (a no ser que lo pongamos en horizontal, pero eso será otro capítulo). En esta página no encontrarás imágenes más grandes de 1024 píxeles y para ello me apoyo en dos herramientas: Squosh y WP Smush.
¿Qué hace cada uno?
Si te interesan este tipo de herramientas, comenta y te amplío la información, pero quédate con la idea básica de cada uno. Por una parte, Squoosh (https://squoosh.app/) es una herramienta de Google (minipunto de SEO) que elimina todo lo que no necesitas en tu imagen, logrando mantener el tamaño en pantalla de la imagen pero reduciendo su tamaño en disco. Y todo ello sin pérdidas de calidad perceptibles. Es gratis y se usa directamente desde su página web.
Por otra parte, WP Smush, es un plugin para WordPress con su versión gratuita y Premiun (aunque no muy caro) para optimizar la carga de imágenes. Por ejemplo, reduciendo el tamaño máximo en pantalla y optimizando su presentación mediante carga diferida. Esto segundo, básicamente es, que hace que no se carguen las imágenes hasta que no haya llegado la totalidad del texto de tu página. Te recomiendo que bajes desde el repositorio oficial la versión gratuita y si necesitas más, desde el propio plugin tienes acceso a la versión de pago.
Si quieres saber más de estas herramientas o tu utilizas otras, comenta y hablaremos de ello en futuros post.