A veces nos complicamos con lo más sencillo. Una página no será posicionada ni visitada si no la tenemos alojada en el sitio adecuado. De ahí la importancia de un buen hosting.
Cuando trabajas con bienes inmuebles, siempre se parte del mismo punto: lo único que no se puede elegir es la ubicación. Por ese motivo no vale lo mismo un piso en el centro de Madrid que en un pueblo remoto de El Bierzo como Ozuela. Eso lo tenemos todos claro, pero ¿porqué no “movemos” nuestra web?
Dominios geolocalizados
Lo principal de un dominio es identificarnos y muchas veces pasamos por alto el nombre del dominio de primer nivel y nos centramos en el segundo. O al revés, nos centramos en exceso en el primer nivel y descuidamos el segundo.
¿Qué es eso de primer nivel y segundo nivel?
Pues lo que va al final, despues del “.”. En mi caso es un “.es”, esto es, geolocalizado en España. ¿Podría haberlo elegido geolocalizado en otro país? Pues sí, pero no es lo lógico. A día de hoy, la mayoría de mis clientes potenciales se encuentran en España o tienen intereses en España, por lo que están acostumbrados a dominios geolocalizados en España y le dan un grado de confianza mayor que a un dominio de otro país. Y me refiero a otro país, por ejemplo europeo o americano, si hablamos de un dominio de África central, seguramente genera una desconfianza del 200{28705434bd3cd653fd76600df1e55c3cfbc2c221a5b090821538b4e3d0e2eb50}.
Pasadas las confianzas y desconfianzas, llegamos al punto más práctico, mi ámbito es nacional, para qué buscar el mercado internacional. Pues eso es un punto a favor o en contra, según se mire. Esta página puede estar muy bien posicionada para España, pero en América latina, no tanto, y eso que compartimos el idioma. Es un riesgo, pero por algún punto hay que buscar destacar si el nicho está muy poblado (como es el mío).
¿Debo descartar dominios globales?
Pues claro que no. Como recomendación: adquiere tu dominio geolocalizado en tu país y también uno global. ¿Que cuál tengo yo? Pues el punto com, pero no es el único.
Pero si no logras el .com, cualquier otro dominio global, puede ser igualmente válido y puede posicionarte perfectamente a nivel global. Piensa en un .site, .top, .online, etc. Todos ellos son “evocadores” de un ámbito global.
Vale, ¿pero esto no iba de hosting?
Pues sí, llegamos al hosting. Con el nombre ya elegido, debemos alojarlo y para ello tenemos varias opciones. O millones. El hosting perfecto no existe y por ello, tenemos precios tan competitivos.
El mejor hosting para ti es aquel que esté cerca de tu audiencia y a ser posible, cerca de tus clientes. Esto es importante, porque una IP en tu mismo país, siempre va a ser resuelta más rápidamente que si está en la otra punta del mundo. ¿Os acordáis de cuando hablábamos de imágenes (pues si te has olvidado, pincha aquí)?
También es importante el rendimiento del servidor, por no decir lo más importante. Elige un hosting dedicado, si tu presupuesto te lo permite, y en caso contrario, con características suficientes, como para que tu web se mueva a buen ritmo. En el caso de un WordPress, por lo menos 2 gb y mínimo del 80{28705434bd3cd653fd76600df1e55c3cfbc2c221a5b090821538b4e3d0e2eb50} de la CPU. Ya sé que tu portátil o sobremesa posiblemente sea más rápido, pero créeme, que con eso es suficiente.
En resumen
Si quieres que tu web se posicione mejor, también debes buscarle una buena casa o hosting. Valora los precios por su ubicación y prestaciones, pero tampoco desatiendas tu nombre de dominio (o su geolocalización).